Recordaréis que os dije que merecía ser azotado como los hombres de la tripulación de El CALAMIDAD he aquí los hechos (siempre os recomiendo leer las notas de Adrahil que es mucho más ilustrado que yo y posee más datos exactos y detalles para profundizar en los hechos, si estos os interesan, yo soy algo menos detallado en mis escritos, pero no menos veraz en ellos), pasaron una o dos noches extrañas al hecho de la niña aparecida, Gulthar las pasa junto a Forak en cubierta, últimamente casi nadie podía dormir de noche en el barco, ese día había pasado además un hecho extraordinariamente raro, la imagen del barco la chilla esa cosa que llevan los barcos como tributo a los dioses para que los protejan según me han contado, ha cambiado, y la verdad no ha sido un cambio a bien. De una hermosa mujer se ha transformado en una criatura monstruosa que mis compañeros han reconocido como una bruja de mar. La marinería ha estallado en gritos y desesperanza, creía que enloquecían. Hemos hablado con este capitán, que he de reconocer que no me genera ninguna confianza, más no nos da explicaciones, Sunthas intenta mediante su magia conocer algo de la magia que rodea el barco, pero como siempre algo le bloquea, cada día es todo más extraño.
A media noche, en la 3 guardia como siempre suele ocurrir la que le toca a Gulthar, que parece que tiene algo que atrae a los problemas, se escucha la voz de alarma, cojo mi martillo, y sin ponerme mi armadura salgo presto hacia cubierta, cuando llego a la misma, no hay palabras para describir lo que escuche ni lo que sentí, como explicároslo, lo intentaré, era una mujer que se alzaba sobre la cubierta como flotando en el aire con ropajes raídos y el pelo extendido por el aire con los brazos estirados hacia Gulthar, en el momento en que la mire, profirió un lamento, si un lamento tal que hasta la última parte de mí sintió tal desatino que no pude avanzar, estuve luchando contra un miedo atroz todo el tiempo que duro un combate singular entre Gulthar, Sunthas y esa criatura, a la que las armas atravesaban como si fuera aire y que sin embargo ella a mis compañeros desgarraba como si sus armaduras no las hubiera forjado yo, no sabéis lo que sufrí en esos momentos, nunca me sentí así, de desvalido, ni siquiera en mi lucha con el kraken, en la que me sentí morir varias veces. Lo peor de todo era ver como mis compañeros podían morir delante de mí, mientras mi poderoso Martillo azote de criaturas muertas como aquella, se encontraba paralizado por el miedo en mis manos, pero gracias a la bravura de los héroes de Usûlun y su determinación fue repelida la criatura que no fue destruida, más al desaparecer maldijo al capitán y al barco, lo que nos hizo plantearnos una reunión seria con el mismo… lo contaré en otro momento, puesto que ahora debo descansar.